Nota de opinión de un militante
Tengo la suerte de haber nacido en democracia. Suerte que a veces cuesta valorar en momentos en los cuales uno desea haber estado en otro momentos. Momentos más difíciles en los cuales uno ponía en juego todo: las ideas, el patrimonio, la familia, la libertad, la carne. No sé si me hubiese dado el cuero, pero para ponerme excusas debo decir que las personas conforman su carácter y su idiosincrasia en el marco del momento histórico en el cual están inmersos. Es difícil imaginarse un mártir, un Che Guevara, un Rodolfo Walsh, en tiempos actuales.Haber nacido en democracia tiene como consecuencia que algunos conceptos sólo pueda entenderlos en teoría: represión, censura, persecución, tortura, totalitarismo. He vivido varios gobiernos, algunos con más conciencia que otros producto de la edad, en los cuales todo eso que menciono no sucedió. Sí sé, en cambio, qué quiere decir neoliberalismo, desigualdad, injusticia, hambre. Conceptos que vi y que tuve la suerte de palpar y conocer de cerca. No porque me haya sucedido alguna de esas situaciones a mí gracias a la suerte, sino porque en algún momento la cabeza me hizo "click" y cambié algunos hábitos. Cambié objetivos en la vida y prácticas cotidianas, pero eso queda muy pomposo decirlo. Entonces digamos que me animé a ser parte.Por eso conozco de esos sufrimientos, provocados por la clase dominante que siempre va en búsqueda de su interés sin importarle demasiado el resto. Claro que en alianzas con gobiernos corruptos, traidores, inútiles.Pero volvamos al punto de inicio y al título de estas líneas. La Censura. El concepto de censura es casi opuesto al de democracia. Sabemos que la palabra democracia se la puede entender de mil maneras, es un significante con infinidad de significados. No es a estas alturas objetivamente algo, una cosa. Y como lo que diga la real academia nos importa poco, vamos a decir que el concepto de democracia se encuentra en constante lucha de poder. Los más progresistas dirán que tiene que ver con una serie de derechos. Algún radical dirá que se trata de asuntos de calidad institucional. Y la derecha, a la que poco le importa la democracia, la vinculará al mercado para que la dejen recaudar lo máximo posible sin que le rompan demasiado las pelotas. Eso sí, todos vamos a coincidir en que si hay censura, si se restringe la libertad de opinión, se afecta feo a la democracia.Reitero, no conocí épocas de censura, o mejor dicho, prácticas directas censurantes al estilo que te vayan a buscar por decir algo y que te aprieten, te presionen, te repriman o te cierren tu canal de expresión. Porque censura indirecta (que quizás es peor) siempre hubo, a partir de la concentración multimediática, de la 22285, de la falta de regulación de ciertas prácticas estatales (publicidad oficial como ejemplo). Cosas de las que nadie habla porque a nadie le conviene, los afectados mucha capacidad de generar sentido público no tienen, entonces miramos para otro lado.Pero ahora reflotó todo esto de la censura con el Proyecto de Servicios de Comunicación Audiovisual, Ley K de Control de Medios para algunos. Se instaló en agenda mediática que la intención de esta ley es controlar a los medios, aunque sin demasiado asidero o amparado en alguna cuestión técnica objetiva. Que el Estado revise cada dos años la licencia, no dice nada, no justifica pensar en algún control. ¿Es eso todo lo que tienen? Me surge pensar que nos están subestimando. Mala elección.Estos grupos no han analizado correctamente la realidad, quizás inmersos en ese mar de mentiras que nos quieren imponer todos los santos días. Se han leído a ellos mismos aparentemente y se lo han creído.Nadie les va a discutir que son los ganadores de la batalla de la 125. Y mucho menos que han tenido que ver claramente en la caída de la imagen positiva del actual gobierno. Pero no se han dado cuenta de que al haber avanzado tanto quedaron muy expuestos. Y ahora todo el mundo sabe que están operando. Piedra Libre. Como lo grafica la frase de esa banda de rock: "Cuanto más alto trepa el monito, así es la vida el culo más se le ve". Y se les vieron todas las intenciones.Hay que agradecer a este Gobierno que a través de acciones que indudablemente han afectado intereses, encontró como resultado haberles quitado el velo de los ojos a mucha gente.Ahora esas operaciones están visibles. Creanmé, no es como antes. Mi abuelita, que mira Susana Gimenez todas las noches, sabe que Clarín opera.Pero los muchachos no arrugan y fueron por más. Fueron a censurar! Los que piden que no haya censura fueron a censurar. Un pobre pibe, que un día aprovechando la libertad de expresión que la Internet nos regala (esa que ellos dicen bancar), se animó a poner un blog. Ese blog creció y creció tanto que llegó a los oídos (u ojos) de los poderosos mediáticos. Y como en las viejas épocas, lo apretaron en la casa, lo obligaron a cerrar, lo amenazan ahora con un juicio absurdo. Es decir, ellos que luchan contra la Ley K de Control de Medios, actuaron como si lo que hubiese estado vigente fuese una Ley de Control de Medios K, que no es lo mismo.Pero parece que se encontraron con alguien difícil. Este perejil se la bancó y no arregló en la mediación. Que aguante! Me hubiese gustado que me pase a mí, aunque debo decir de nuevo, no sé si me la hubiese bancado tanto. Yo tengo dudas sobre mí mismo, que hubiese hecho ahí!, con esos tipos enfrente. Ahora, no me queda ninguna duda del coraje de este pibe y de lo que este pibe hubiese hecho en otras épocas, esas más difíciles que hablábamos al comienzo.Pero algo quiero hacer, esto una vez más me invita a ser parte. Por eso quiero proponer, o sumar, o aportar, para desvelar una vez más los actos de estos poderosos, que hoy piden que no los censuren. Alguien dijo una vez proletarios del mundo uníos! Otro contexto, otra época. Pero no es mucho pedir, hoy 4 de septiembre de 2009, que quienes tenemos algún canal de expresión, por más insignificante que sea, banquemos la actitud de este muchacho. Unámonos en esta causa. Hagamos conocer esta noticia.